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lunes, 28 de mayo de 2012















EN PERIBECA


El anochecer destiñe las tejas 

la luna va hilando ficciones, 

un duende atraviesa la plaza 

mariposa duerme sobre el muro. 


Palmeras solitarias contemplan 

a dos amigos: 

eternos. 

Una luz nace sobre el cerro 

jóvenes escuchan un poema. 

En Peribeca 

el aroma de la hierba, la tierra y el jojoto 

acompaña el sabor dulce 

de la cachapa milenaria

con una cerveza helada. 





CON EL ÉTER DEL ENIGMA


Huye el eterno retorno del Yo.
La tarde ausente de todo
trae rimas como nubes.
Se promete
el regreso de las metáforas:
letras olvidadas en el tiempo,
olas desnudas sobre el mar.




















MAGIA ANDINA

Cae la lluvia sobre la plaza 
tres luces resisten la niebla 
el agua lleva vestigios
de otras voces antiguas. 

Un arpa venezolan
ríe y llor
en la tasca de Goyo. 

Un hombre sube la cuesta 
repican las campanas 
de San Bartolomé. 

En El Cobre 
la magia andina 
recorre las calles.





HACIA TODOS LOS SILENCIOS
El hombre vestido de noche
camina bajo la sombra
donde el cielo abre sus puertas.

Una estrella sonríe 
apenas un segundo de Todo
sólo silencio de Ángeles
volando hacia las cúpulas invertidas.


El hombre vestido de noche
sueña el infinito:
huecos celestes en vértices furiosos
girando hacia las fronteras liberadas
por el rumor de los cometas,
viajeros milenarios
portando las chispas del tiempo.